martes, 24 de febrero de 2015

Tu fase diastólica puede estar tranquila


Siempre que haya una vía de escape no

detendré tu latido. Tu fase diastólica* puede

estar tranquila.


Tú no lo sabes pero llevo días, horas, minutos
vigilando el control de acceso. Luz roja, detente.
Luz verde, accede.
El sistema de videovigilancia CCTV acaba de
ser renovado. ¿Me ves?, no creo. Invento dinero
ficticio en el cajero automático que sirve de tocador
a la indigente que vive aquí de noche.
Estoy dentro memorizando a fuego
cada rincón de tu sucursal podrida.
Es demasiado grande.
Qué rescate tan inútil, con lo mal
que huele a mierda camuflada con
ambientador.
Tomo notas mentales e invento laberintos,
cual rutas aéreas invisibles, que me sirvan de escape.
No estaré solo. Por lo menos seremos tres.
Tic, tac…
Habrá un tiempo límite para abandonar el lugar.
Tu fase diastólica puede estar tranquila, si
haces caso a lo que te iré diciendo.
*Fase de relajación del corazón durante la cual penetra sangre en los ventrículos, procedente de las aurículas.